01 Sep Relaciones conscientes: las amistades
En el post anterior introducíamos el concepto de amistad, las dificultades actuales que nos encontrábamos en consulta con respecto a este tema, y los términos de elección y de compatibilidad.
Al igual que con respecto al amor romántico o de pareja existen ciertos mitos o creencias que han determinado, en cierta medida, cómo nos relacionábamos antes o nos relacionamos actualmente con nuestras parejas, en el caso de las amistades esto también existe.
A continuación, vamos a enumerar algunas de estas situaciones para ver a qué nos referimos:
- Las amistades duran para siempre. Si una amistad es “de toda la vida” tiene que perdurar.
- Las amistades son más importantes que otros ámbitos de nuestra vida, o al revés.
- Tenemos que ser idénticos o estar en momentos vitales idénticos para que nuestra amistad funcione.
- Si somos amigos, puedo decirte todo lo que se me pase por la cabeza, “porque para eso están los amigos”.
- Pretender que mi amigo se anticipe a todo lo que me pasa, porque debe de conocerme bien.
- Esperar su disponibilidad absoluta: si es mi amigo debe de estar para mí (teléfono, quedar…).
- Dar por hecho que siempre vamos a coincidir en gustos o actividades por el hecho de ser amigos.
- Sentir que debemos de ser prioridad para nuestro amigo, antes que cualquier otro amigo o grupos de amigos.
Por lo tanto, llegamos al momento de encuadrar qué es una amistad y qué no es.
Una amistad es una relación en la que se deben dar al menos estas premisas:
- Que nuestra forma de ver la amistad sea parecida: igual que en las relaciones de pareja buscamos tener cosas en común, en las amistades pasa lo mismo. Y nuestro concepto de modelo de pareja o de modelo de amistad debe de ser común por ambas partes. Y no todas las amistades son iguales, ya que hay distintos grados de cercanía, necesidades… nuestras formas de funcionar deben ser complementarias para que así, nuestras demandas sean similares.
- Dar y recibir, ¿a la vez? ¿lo mismo?
A veces nos cuestionamos si damos más que el otro. La reciprocidad es muy importante, pero tenemos que entender que no se da lo mismo ni en el mismo momento a lo largo de nuestra relación de amistad. Las diferencias existen, y ser flexibles con esto también es parte de las necesidades de la relación.
- Poder expresar nuestro malestar con la otra persona: tenemos que poder comunicar lo que nos pasa, lo que sentimos y necesitamos. No somos adivinos, y la amistad no es suficiente para que la otra persona entienda todo lo que me pasa o pueda anticipar todo lo que necesito. La comunicación es importante sea como sea el tipo de relación.
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