Cuando todas las emociones se mezclan, y lo siento todo

Emociones mezcladas

Cuando todas las emociones se mezclan, y lo siento todo

Habitualmente la demanda que nos encontramos cuando viene un paciente nuevo a terapia suele ser concreta. Los pacientes vienen a consulta con un motivo, al menos principal, por el cual necesitan hacer un trabajo terapéutico: el fallecimiento de un familiar, una ruptura de pareja, agorafobia, ansiedad, depresión, fracaso escolar…

Transitando emociones

Sin embargo, cada vez son más los pacientes que vienen diciendo “no sé muy bien lo que me pasa, pero sé que no estoy bien”. ¿Te suena? Al final, estos pacientes están transitando un montón de emociones y de sintomatología, que viene de repente arrasando con todo en su cuerpo y su vida, y no saben qué hacer con todo eso que les está pasando. Y esto es muy posible, es decir, hay muchas dificultades psicológicas que presentan síntomas similares entre sí, y que hacen que cursen a la vez. Por ejemplo, sería normal tener un trastorno ansioso y que curse con episodios depresivos, de tal forma que, aunque la sintomatología principal sea la ansiedad, la anticipación, la desinhibición, impulsividad, angustia… también se den episodios de desgana, anhedonia, no poder levantarme de la cama, falta de apetito, incluso dificultades en el sueño.

Colocar las emociones

Aquí es importantísimo hacer un trabajo terapéutico. Desde los servicios médicos suelen recomendar farmacología, y quizás sea necesaria, pero el trabajo terapéutico es imprescindible. Necesitamos poder nombrar, ordenar, regular y expresar lo que nos está pasando. Colocar todo este nudo que se nos ha formado de emociones, síntomas y malestar, y hacernos cargo, poco a poco, de los síntomas más leves y por lo tanto más sencillos para el paciente, mientras se trabaja en alianza o vínculo entre paciente y terapeuta, para después llegar a los nudos más gordos o más incapacitantes.

Normalizar esas emociones

El mensaje importante a transmitir con esto es: es perfectamente normal que sientas muchas cosas a la vez, y que sientas que toda esta sintomatología arrasa en tu vida sin llamar primero. Y que se puede trabajar en ello, que es una demanda cada vez más habitual en consulta, que tiene solución y tiene su propio proceso. Hay que atreverse a adentrarse un poco en esto que nos pasa.

Desde Orukami Psicología ya hacemos esto con los más pequeños en las terapias infantiles, apoyándonos de materiales como “El monstruo de colores” de Anna Llenas. Es una preciosa forma de ejemplificar lo que acabamos de narrar.

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