El duelo, qué es y como trabajarlo en terapia

El duelo

El duelo, qué es y como trabajarlo en terapia

El duelo es un proceso que transitamos para elaborar la pérdida. Esto es importante… no es algo en sí mismo, sino un proceso (varios pasos o etapas) donde la persona elabora (forma una parte activa) la pérdida que está sufriendo. Dentro de este proceso se dan un conjunto de manifestaciones tanto físicas como psicológicas, las cuales nos producen un gran malestar tanto de forma aislada como en su conjunto.

Autores como Carlos Odriozola (experto en duelo) lo describen como “el conjunto de manifestaciones físicas, intelectuales, emocionales, conductuales y espirituales que se manifiestan como consecuencia de una pérdida”.

Las reacciones que se derivan de una situación de duelo son muchas, pero entre ellas cabe destacar:

  • Reacciones físicas: como llanto, angustia, ansiedad, falta de apetito, insomnio..
  • Reacciones intelectuales: todo lo que se dice en torno a la pérdida. “No somos nada”, “la vida es una mierda”, “mi vida no tiene sentido”, “es ley de vida”… y muchas más que seguro que según estáis leyendo esto os vendrán a la cabeza.
  • Reacciones emocionales: tristeza, rabia, impotencia, alivio, culpa, soledad, abandono…
  • Reacciones conductuales: aislamiento, cambios de look, evitación de lugares determinados, ver al fallecido, oírlo…
  • Reacciones espirituales: espiritismo, agnosticismo, aumento de la fe, desencanto espiritual…

La pérdida puede ser de muchas formas. No sólo es el fallecimiento o muerte de una persona, sino que también hay otra serie de pérdidas en función del contenido. Enumeramos y ponemos algún ejemplo:

  • Pérdidas evolutivas: el destete, la menstruación, cierres de ciclos escolares, vejez…
  • Pérdidas afectivas: fallecimientos de personas queridas, separación/divorcio, mascotas, aborto, abandono, enfermedades degenerativas…
  • Pérdidas sociales: mudanzas, estigma por algún familiar en la cárcel, padres en paro, migraciones, accidentes…
  • Pérdidas corporales: enfermedad, amputación de algún miembro del cuerpo, deterioro, pérdida de belleza…
  • Pérdidas laborales: jubilación, acoso laboral (mobbing), desempleo, paro continuado…
  • Pérdidas materiales: robo, incendios, pérdida de objetos, catástrofe, pérdida económica y del hogar, adicciones/ludopatía..
  • Pérdidas espirituales: pérdida de fe, de valores, crisis existenciales…

Siempre se ha dicho o se ha considerado que el fallecimiento es la pérdida más dolorosa, pero realmente tampoco. Cada uno vive su pérdida de forma diferente a los demás (aunque la pérdida sea la misma en dos personas, cada uno lo vive y transita distinto, y esto no está mal). Quizás nunca nos habíamos planteado que perder la casa también es una pérdida dolorosa la cual hay que elaborar, o que quedarnos en el paro supone no sólo la pérdida de trabajo sino de varias cosas más.

Todas estas pérdidas hacían referencia al contenido de la misma… pero si atendemos a la forma, también hay varios tipos de pérdida:

  • Pérdida repentina: la que sucede de repente, sin avisar… accidente de tráfico, accidente salud, catástrofe natural o guerra…
  • Pérdida esperada: la que sí que sabemos que va a suceder… enfermedades terminales, ingresos en instituciones, pérdidas gestacionales, personas mayores, enfermedades rápidas.
  • Pérdida deseada: quizás al leerlo choque, pero hay pérdidas donde por ejemplo sabemos que la persona está sufriendo mucho por una enfermedad, y “deseamos” que esto se termine… que dejen de sufrir o de sentir dolor.

Y todos estos factores van a influir en la manera que tenemos de elaborar el duelo. La repercusión de cada pérdida en función del contenido y de la forma va a determinar o predecir ciertos comportamientos o sentimientos en nosotros. Y aquí es donde aparece un sentimiento clave en cualquier proceso terapéutico… la culpa.

Cada proceso es diferente, y cada persona siente y vive diferente. Desde Orukami Psicología trabajamos esto desde el máximo respeto y cuidado. Atravesar un duelo es un proceso muy doloroso para la persona, por lo que sabemos que el acompañamiento es fundamental. Poder acompañar este proceso desde una perspectiva de trabajo científica y cuidada es muy importante y valioso.

Si bien muchos autores describen también ciertas fases para su elaboración, desde Orukami Psicología basamos nuestro acompañamiento desde una perspectiva ampliamente estudiada denominada “Proceso MAR” (movimiento hacia el agradecido recuerdo). Desde esta perspectiva, dotamos al paciente de una parte activa en su proceso, guiamos y acompañamos, a la vez que trabajamos mediante ejercicios y meditación las distintas fases que están contenidas en el proceso.

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