Volver a la rutina

Vuelta a la rutina

Volver a la rutina

Septiembre llega y las vacaciones se acaban. El periodo más social de desconexión y ruptura con la rutina pone su fin. Se va el calor, vienen los horarios, las responsabilidades, la planificación y menos tiempo libre en general. Volver a adaptarse a la rutina puede ser una tarea dura, sobre todo si hay cambios de horarios -responsabilidades sociales, familiares o laborales- y de hábitos -comer más en casa, salir menos, etc.-. Hay que hacer una readaptación que en muchas ocasiones es duro e implica tensión, malestar o estrés. Socialmente se ha llamado a este proceso “síndrome postvacacional” y podemos encontrar síntomas a nivel físico como cansancio, pérdida de apetito, falta de sueño o más rumiaciones. A nivel psicológico podemos encontrar estrés, nerviosismo, ánimo bajo, apatía o cambios de humor. Todo esto es normal dentro de un contexto de cambio y, por supuesto, no siempre se dan o se producen de una manera más leve. Las rutinas pueden llegar a ser muy exigentes y dejarnos con la sensación de agotamiento o falta de tiempo, especialmente después de un periodo de ritmos más lentos.

Desde aquí aportamos algunos tips para sobrellevar estos cambios de la mejor manera posible:

  • Retomar la rutina de manera gradual, siendo flexibles con nosotros mismos y desempeñando nuestras tareas de la manera más gradual posible.
  • Contemplar la situación como un proceso de adaptación, todo será temporal hasta que te notes más asentado.
  • Procurar tener tiempos de desconexión dentro de la rutina: practicar deporte, dedicar tiempo a actividades que nos gustan, etc.
  • Procurar no ir con “el piloto automático” que nos empuja muchas veces y hace que no sea fácil parar o disfrutar.
  • Tener un horario laboral sensato -en la medida de lo posible, muchas veces no depende de nosotros, pero si es así, intentar que este no nos quite la mayor parte del día-.
  • Intentar mantener horarios de sueños saludables, que nos permitan reajustar los ritmos e ir combatiendo la posible sensación de cansancio/fatiga.
  • Mantener una buena alimentación: comidas pesadas o rápidas pueden contribuir a estos estados más negativos, y comer más saludable o variado contribuye a nuestro bienestar.

En general, esta etapa puede ser complicada pero con un poco de ganas y esfuerzo, se asentará de una manera positiva. Si estos síntomas persisten o la vuelta a lo rutina es más difícil de combatir de lo esperable te invitamos a reflexionar sobre lo que más te cuesta o genera conflicto, dado que estas emociones nos aportan información y puede que haya cosas de tu rutina que sea necesario cambiar.

Si necesitas una guía en esta reflexión y un espacio para ello, ya sabes dónde estamos.

Desde Orukami hemos descansado mucho este verano y volvemos con muchas ganas ¡os esperamos!

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